
El banco dejó también sin cambios su programa de expansión cuantitativa, cuyo dotación elevó en agosto a 435.000 millones de libras (unos 517.000 millones de euros) para comprar bonos de deuda pública, más 10.000 millones de libras (11.800 millones de euros) destinados a instituciones privadas.
Ante las inminentes negociaciones para el "brexit" o salida británica de la Unión Europea (UE), la entidad ha reducido del 2 al 1,9 % su previsión de crecimiento económico para este año, que prevé que sea "moderado".
En el primer trimestre de 2017, el producto interior bruto (PIB) del país se expandió un 0,3 %, por debajo de lo esperado, debido en parte a la depreciación de la libra, que ha conllevado un aumento de la inflación y el descenso de la demanda interna.
El Banco de Inglaterra predijo asimismo que el índice de precios al consumo (IPC), actualmente en el 2,3 %, podría llegar este ejercicio a un 2,8 %, frente al objetivo oficial de un 2 %.
La economía británica empieza a presentar signos de desaceleración después de su inesperado buen comportamiento en 2016, cuando creció un 1,8 % a pesar del voto favorable al "brexit" en el referéndum del 23 de junio.
Aunque se ha apreciado algo a principios de año, la libra esterlina se mantiene un 16 % más baja frente al dólar que en su pico de noviembre de 2015, lo que favorece las exportaciones pero perjudica las importaciones y el consumo interno.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) reveló hoy que el déficit comercial británico creció entre febrero y marzo en 5.700 millones de libras (6.700 millones de euros) hasta 10.500 millones de libras (12.500 millones de euros), por el encarecimiento de las importaciones, y también informó de un descenso del 0,5 % de la producción industrial. EFE